¡Saludos pasados por agua!
Hoy toca una nueva entrada de reflexión. Tras volver loca a mi familia por el retraso que tiene la portada he decidido desahogarme aquí.
Hace ya bastante tiempo que anuncié que había recibido la portada de mi libro y todavía no he podido mostrarla. Parece que se ha retrasado lo cual, por otro lado, es muy normal. La situación que atravesamos no es fácil y es lógico que estas cosas vayan bastante lentas, pero soy de naturaleza impaciente y a veces me sorprendo a mí misma deseando que pasen los días solo para ver si recibo nuevas noticias desde mi editorial.
Ayer estuve paseando y vi que ya está todo preparado para La Feria del Libro y pensé: «Cómo me gustaría que este año estuviese mi libro aquí para que la gente pudiese conocerlo». No va a poder ser, quizá el año que viene sí esté y me dedicaré a curiosear para ver quién se ha interesado por él =).
En fin, mi impaciencia y mis ganas de ver el libro no van a conseguir que las cosas vayan más rápido así que solo queda esperar. Al menos me queda el consuelo de poder «quejarme» por aquí de vez en cuando.
Un abrazo.